Educación Especial-Rocío Díaz

Ahora que estamos a las puertas de la Navidad podemos comprobar de manera maximizada el ataque constante de publicidad consumista. Somos capaces de ver en la televisión al menos seis anuncios, uno tras otro, sobre qué muñeco es el más novedoso o la consola más actual del momento.

La publicidad, en muchas ocasiones engañosa, te invita a consumir todo lo que puedas para poseer aquello que realmente no te hace falta, sino que simplemente te ha llamado la atención porque el anuncio es llamativo o por otros factores relacionados con ello.

Nuestros alumnos son víctimas de ese ataque continuo porque hoy en día en nuestra sociedad, se les ofrece a los niños todo lo que quieren y ellos están dispuestos a tenerlo todo.

Pienso que no se toman suficientes medidas sobre la cantidad y tipo de publicidad que aparece en televisión, aunque no quiero descartar otras fuentes de comunicación.

Atendiendo a otros factores relacionados con la educación, no creo que haya suficiente seriedad en la manera que se plantea el horario infantil "protegido", porque de protegido tiene mas bien poco. Estamos acostumbrados a ver cada tarde en supuesto horario protegido, programas de televisión que no son adecuados para menores, ¿y qué hace el gobierno ante eso? NADA. En el papel está escrito y allí se ha quedado porque no se lleva a la práctica.

Ni siquiera existen programas o canales educativos, solamente se escapan los documentales y algunos programas de canales privados.

Cómo queremos cambiar la sociedad si la sociedad no hace nada por cambiar.